Esta frase que tan evidente y fundamental parece para un T.S. a veces pasa desapercibida. Es difícil podérsela grabar en la mente como un principio clave antes de empezar a trabajar en nuestro día a día. Este post viene a dar una serie de motivos por los que recordarla con entusiasmo y motivación.
El primer motivo que expongo es sencillo, la solución de los problemas de una persona no somos nosotros, ni la tenemos nosotros. El T.S. es una herramienta de la que todo el mundo dispone y que algunos utilizan a veces por necesidad y otras por obligación. En la oración de la vida de las personas el sujeto es la persona, y el trabajador social es un complemento del nombre que ayuda a darle más sentido a la oración, a conocer más sobre el sujeto y a ayudar a desarrollar su potencial. De este modo si no confiamos en la persona y en que puede revertir en alguna medida su situación por complicada que sea, toda nuestra intervención estará avocada al fracaso. Porque si algo caracteriza a las personas que suele atender un T.S. es estar totalmente desmotivadas con una indefensión aprendida o por sufrir períodos alternos de desmotivación (sobre todo en las itnervenciones más duraderas). Es en esos picos bajos de desmotivación donde más fundamental es nuestra labor para que la persona no acabe por rendirse y tirar al traste toda nuestra intervención. Las personas perciben cuando uno confía en ellas, cuando apuesta por ellas, cuando hacemos las cosas con ganas o sin ellas.
El segundo.aspecto que voy a destacar es la motivación. La R.A.E. describe la motivación como "conjunto de factores internos o ecternois que determinan en parte las acciones de una persona".Yo me atrevo a hacer mi propia definición: "La motivación es un impulso de energia positiva que sienten las personas para hacer algo que consideran necesario y bueno para ellas o para su entorno. Este impuslo hace sentir a la persona una sensación de seguridad e indudable certeza de que va a conseguir su objetivo cueste lo que cueste." Llegados a este punto, ¿acaso no es la motivación fundamental para cualquier persona? Pues si, y es casi más importante mantenerla que conseguirla. El T.S. debe suscitarla a través de los intereses de la propia persona y debe mantenerla alimentándola, buscando y alcanzando con la persona objetivos a corto, medio y largo plazo.
El tercer motivo es que nadie sabe más de la vida de una persona que esta persona. Ciertamente las personas día a día nos conocemos un poco más a nosotras mismas si hacemos un poco de introspección sobre nuestros actos y a través de nuestras experiencias vitales. Es tan cierto decir que hay gente que muere "sin conocerse" (hablar de la construcción del conocimiento) como que cada día que pasa te conoces un poco más. Un trabajador social se encuentra a menudo con informes (médicos, sociales, institucionales, penales...) sobre una persona, incluso a veces tiene acceso a estos informes antes de ver a la persona cara a cara, pero la redacción de un suceso nunca será igual para cada uno de los sujetos implicados y menos para aquellos que tan solo analizan datos sin estar plenamente indicados. Puede compararse al juego del "teléfono loco" donde un emisor trasnsmite un mensaje a la oreja del compañero de al lado y este mensaje debe de seguir pasando de oreja en oreja a lo largo de un grupo númeroso hasta volver al propio emisor. Muchas veces el mensaje ha cambiado por completo.
En el Trabajo Social pasa muchas veces esto, nos llenan de informes sobre una persona, sobre cosas que le han pasado y ni tenemos el punto de vista de esta persona ni nos hemos dedicado a escuchar qué opina sobre lo que dicen de ella estos informes. Un T.S. no puede saltarse la información recibida sobre la autopercepción que tiene la persona sobre si misma y su historia. La "ventana de Johari" desarrollada por los psicólogos Joseph Luft y Harry Ingham nos muestra de una forma muy gráfica como el conocimiento sobre una persona está compuesto por lo que esta persona conoce y desconoce de sí misma y lo que el resto de personas conocen y desconocen de esta persona. Acercar, por tanto, al sujeto a una visión global de sí mismo le ayudará a conocer mejor su propia realidad. Sin duda para que una persona llegue a compartir con nosotros lo que no comparte con nadie es fundamental trabajar la confianza, pero este punto lo desarrollaré en otro post. Lo que es importante saber de momento es que las principales fuentes de recogida de datos sobre una persona son los informes anteriores, lo que opina su entorno sobre ella (siempre que podamos llegar a estos datos), nuestras propias impresiones a través de las entrevistas y actividades que realicemos con ella y lo que esta persona nos cuente de si misma.
El motivo de la relación del autoconcepto y la capacidad de una persona para mejorar su vida es que a través de descubrir (ya que en la mayoría de las veces no nos lo van a regalar porque sí) este autoconcepto sabremos las razones por las cuales esta persona cree que pasan las cosas. Si por ejemplo una persona que ha empezado a consumir drogas es capaz de darse cuenta de que es debido a que esta vivivendo una depresión (por ejemplo) y no a "soy libre y hago lo que quiero" o a "no valgo para nada", será más fácil la intervención. Por una relación de causalidad (y no casualidad) podremos indicir en los factores que influyen en ciertos comportamientos o situaciones. Si la situación A lleva al sujeto S a realizar el comportamiento C, al erradicar A evitaremos la fuente del comportamiento C en el sujeto S. En caso de que la persona ande errada, ayudarle a conocer la realidad para ayudarle a salir de sus posibles problema.
Por tanto, confiemos en la persona a la que atendemos porque lo de "todo para el pueblo, pero sin el pueblo" del despotismo ilustrado nunca funciona.
Por tanto, confiemos en la persona a la que atendemos porque lo de "todo para el pueblo, pero sin el pueblo" del despotismo ilustrado nunca funciona.